MI VOZ ESCRITA, Por Jorge Herrera
La aún eventual integración cierta del ex-presidente Leonel Fernández Reyna a la campaña para la reelección del presidente Danilo Medina sólo podría ser, si aquellos vientos que él creyó lo apuntalaban hacia la poltrona ejecutiva, hoy día amenazan con llevárselo de encuentro junto al socio local del brasileño tramposo internacional, Joao Santana.
Los anuncios alborozados del doctor Rafael Alburquerque y del hombre de los alcoholímetros desechables, cuyo expediente tarde o temprano habrá de ventilarse en los tribunales, buscando con desespero crear expectativas son insignificantes. Esa forma de salir del embrollo, en realidad potencia lo que se quiere ocultar: No hay reconciliación posible.
¿Por qué, se preguntaría un beneficiario del clientelismo o del asistencialismo? Muy sencillo “querido y respetable” vago; porque esa eventualidad llevaría al presidente del PLD a hacer causa común con el enemigo interno que sublevado desconoce su autoridad.
De modo que cualquier aparición del doctor Fernández en escenarios que a su antojo elija, obedece a una de dos lecturas:
La primera, es para resguardarse en caso de que el fraude incubado en la Junta Central Electoral (JCE) no sea posible, y por vía de consecuencia fracase el proyecto continuista; y
La segunda por si acaso Danilo logra imponer la reelección. ¡You never know!
El presidente reeleccionista a sabiendas de que no concita la popularidad que le pretendió hacer creer a la ciudadanía, se ha empeñado en que el “trompo embollao” que tiene Roberto Rosario Márquez en la JCE, justifique unos votos que ni en sueño le aportaría su aliado Miguel Vargas.
Esto así, en razón de que la militancia ortodoxa ni la mayoría de su descendencia han asumido como suyas, las iniquidades que en su rol de presidente del PRD, se ha permitido cometer el “líder” de ese reducido y agonizante grupúsculo, cuyo rescate habrá de producirse cuando la infamia hoy enseñoreada en los pináculos de la traición, caiga donde siempre ha debido estar: en el estercolero de la historia.
¡Danilo! Dice Leonel que cualquier día de estos…